viernes, 5 de febrero de 2016

Silla de mariposas

Una noche de verano volviendo a casa , me encontré esta silla abandonada en la calle. Me gustaron sus patas así que me pareció una pena dejarla allí y se vino conmigo. Con ella me inicié en el mundo del tapizado.


Le quité el tapizado que estaba en muy mal estado y fue bastante laborioso;  nunca se acababan las grapas, cuando parecía que ya las había quitado todas, aparecían muchas más....



Después de desarmarla y encolarla,  la lijé, le di una ligera capa de selladora blanca y empecé a pintarla con dos tonos de verde y pasando un trapo de algodón para unir los dos tonos, después, cuando secaba un poco,  le metía de nuevo la lija consiguiendo bastantes matices.


Y ya os enseño el resultado final después de tapizarla y con la pasamanería puesta.




¿Os gusta cómo quedó mi silla callejera?

Muchas gracias por vuestras visitas y como siempre si queréis dejarme algún comentario, estaré encantada de leerlos.