un día encontré en una tienda de segunda mano, una silla típica de las cocinas de los años 70. La verdad es que me encantó, ésta en concreto es más bien pequeña, recogidita y además muy cómoda a pesar de que no lo parezca. El caso es que me la llevé a casa.
No tenía muy claro qué hacerle, pero tenía tela de arpillera y pensé que quizá quedaría bien si la tapizaba con ella.
Así que hice la prueba;
Y la humilde sillita, pasó de ser "ayudante de cocina" a "ayuda de cámara".
¿Qué os ha parecido la pequeña transformación?
Con esta entrada me uno a los Findes Frugales de Marcela. Aprovecho la ocasión para darte las gracias Marcela por la invitación a participar en tus Findes Frugales, y al resto por animarme con los comentarios que me hacéis. Muchas gracias.